Mi abuela Carolina podría haberse juntado con un equipo de fútbol materno, pero sólo cuatro de sus hijos alcanzaron la adolescencia. Y...

Mi abuela Carolina siempre ha sido una adelantada a su época. Por eso, cuando Lauren Bacall y Bette Davis fumaban como carreteras y...

Dice mi abuela Carolina que andamos enredados en una sistemática negación de la realidad. De ahí que, cada vez, seamos más extremistas. Y...

A mi abuela Carolina siempre le ha gustado mover los muebles de sitio, al menos, una vez al año. Y dice muy convencida que si cambiamos...

Yo siempre he asociado el sábado a las croquetas. Grandotas, doradas, de carne… Y hechas, claro, por mi abuela Carolina. Y mi yaya, como...

Mi abuela Carolina está que se sube por las paredes porque la Real Academia Española incluye en la actualización de su diccionario el...

Es curioso cómo se hacen tantas cosas sin querer. Una detrás de otra. Por mucho que te empeñes en decir que no. Y que, por ahí, ni harto...

Es curioso cómo a los reyes, para hacerlos cercanos a la plebe, se les hace llamar por su nombre de pila. Lo mismo ocurre con los...

Mi abuela Carolina lo tenía más claro que el agua de Litines: no hay nada peor que quedarte en tierra de nadie. Porque te zurran hasta en...

El verdadero éxito consiste en compartir las pequeñas victorias. Ésas que te hacen seguir adelante y pensar que aún queda mucho por...

El cenizo es un tío entrañable. Un ser para el que yo reclamo un placa en cada ciudad. Qué digo, una calle, un bulevar, el parque más...

Mi abuela Carolina, que tenía bastante más conocimiento que dos bancadas de Las Cortes juntas, pasó una guerra. Y si viera lo que está...

Quien no tenga un cuñado sabiondo es que le falta algo en la vida. Se trata del compañero ideal para jugar al Trivial Pursuit, que...

Todos tenemos, o hemos tenido, un amigo trepa. Igual que hay unos cuantos tontainas y más de un listillo en nuestras vidas. Pues bien, el...

Comienza una nueva semana y yo me echo a temblar. Porque los tontos tienen otros siete días por delante. Ciento sesenta y ocho horas,...

Cuando pienso en el amor, me viene a la cabeza una carta. De las de antes. Y yo venga a chupar el culo del boli Bic, a ver si me surgen...

Perder es lo más democrático del mundo. Y es que palmar, como le pasa a todo hijo de vecino, hay que ver cómo une. Hasta crea conciencia...

El tiempo es un reloj de arena, que se escapa por una rendija. Al principio, de manera inapreciable. Pero cuando quieres darte cuenta...

Hay días que no se olvidan y semanas que se recuerdan toda la vida. Como el primer beso, el aroma de ese amor que acabas de descubrir, tu...

Es curioso cómo la infancia nunca acaba de marcharse. Y a medida que vas sumando derrotas, te vienen a la cabeza los buenos momentos de...