Para quien tuviera dudas, sí, esto es una puñetera guerra. Y para que terminemos de caer del guindo, nuestro generales y su plana mayor pierden el culo a la hora de ponerse a salvo. Esto es, vacunarse.
Nuestros generalísimos, como viven en el descontrol, a cubierto de las balas, en hospitales de primera, y jugando al ‘Call of Duty’, pues tan pimpollos.
Y, para quien siga teniendo dudas y no coja la ironía, no hablo sólo de los que llevan gorra de plato y se calzan botas los días de desfile.
En fin, en las guerras siempre mueren los pobres, los inocentes y todos los tontos que se dejan comer el coco. Yo ya he tomando nota. Y me pongo a cubierto, que las balas silban con muy mala leche.
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